Una mascota puede ser un compañero maravilloso. Pero esto es una gran responsabilidad también. Una mascota significa gastos de veterinario, comida, dedicar espacio en casa, y dar largos paseos con ella. Sin embargo, si la persona mayor está en capacidad de cuidar de una mascota, adoptar una puede traer mucha alegría a su vida. No hay duda. Podría ser una buena terapia, llena de amor y satisfacción.
Se recomienda que las personas mayores opten por mascotas mayores (los gatos o los perros de más de 7 años de edad), pues se adaptan más fácilmente al estilo de vida de las personas de la tercera edad.
Paws.org muestra algunos tips sobre la adopción de una mascota:
- Investigaciones señalan que los animales de compañía, como perros y gatos, pueden ayudar a mejorar nuestra salud física y mental. Al adoptar y pasar tiempo con un amigo animal, puede experimentar niveles de estrés bajos y mejorar su presión arterial.
- Los gatos y los perros proporcionan amistad para las personas solitarias, y los ayuda a abrir oportunidades para interactuar con otras personas.
- La compañía de una mascota querida ha demostrado ayudar a reducir la depresión.
- El hogar tranquilo y cariñoso de una persona mayor es el complemento perfecto para un animal maduro, necesitado de un nuevo hogar.
- Los animales mayores son a menudo más suaves de carácter, compañeros más tranquilos, y con frecuencia ya están entrenados.
VetStreet da algunos consejos sobre razas, tamaños y edades del perro: «En primer lugar, consiga un perro adulto, pues es más probable que usted tenga una idea de la historia de la salud y del temperamento de la mascota, y se ahorrará el tiempo y el dinero que significa criar un cachorro. En segundo lugar, visite refugios y grupos de rescate para conseguir un buen animal doméstico, las razas mezcladas a menudo pueden tener menos problemas de salud que las razas puras «.
Por último, el cuidado de una mascota puede dar a las personas mayores una nueva razón para tener un estilo de vida saludable, como dice Helpguide.org, las mascotas:
- Aumentan el ejercicio. El ejercicio no tiene por qué implicar la repetición aburrida de rutinas en un gimnasio. Tomar un perro i salir a pasear, o simplemente jugar con un gato son formas divertidas para realizar ejercicio diariamente. Los estudios han demostrado que los dueños de perros, por ejemplo, son mucho más propensos a satisfacer sus necesidades diarias de ejercicio que los no propietarios de mascotas.
- Proporcionan compañerismo. El aislamiento y la soledad puede hacer que trastornos como la depresión empeoren. El cuidado de un animal puede ayudarle a sentirse necesitado y querido, y alejar la atención sobre sus problemas, sobre todo si vive solo. La mayoría de los dueños de mascotas les hablan a sus mascotas, algunos incluso los utilizan para trabajar sus problemas, como terapia. Y no hay nada como volver a casa y encontrar a alguien feliz de verte, moviendo la cola o ronroneando.
- Ayudan a conocer gente nueva. Las mascotas pueden ser una gran activador social para sus propietarios. Los dueños de perros con frecuencia se detienen y hablan entre sí en la calle o en un parque para perros. Los dueños de mascotas también conocen gente nueva en las tiendas de mascotas, clubes y clases de entrenamiento.
- Reducen la ansiedad. La compañía de un animal como un perro puede ofrecer consuelo, ayuda a aliviar la ansiedad, y a construir confianza en sí mismo.
- Estructuran la rutina diaria. Muchos animales domésticos, especialmente los perros, requieren un programa de alimentación y ejercicio regular. No importa su estado de ánimo, si está deprimido, ansioso o estresado, usted siempre tiene que salir de la cama a cuidar de su mascota.
- Son desestresantes. Acariciar a una mascota es una manera saludable de manejar el estrés de forma efectiva.
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